¿Qué es un bosque comestible?

Un bosque comestible es ese espacio en el que conectar con la naturaleza…

pero también es ese lugar para pintar,
leer o simplemente celebrar con tus amistades un día cualquiera.

En un bosque comestible tendrás tu despensa viva donde recolectar hojas, pétalos, frutas, tubérculos y tallos para tus platos y bebidas favoritas. Y ojo, no sólo cuentas con especies autóctonas de plantas perennes como espárragos, alcachofas, cardos… también aprovechamos el conocimiento de otras culturas gastronómicas, introduciendo plantas que se adaptan bien a nuestro clima como ruibarbo, negi japonés, oca peruana… ¡Si te animas a probar nuevas recetas, las posibilidades son infinitas!

Un bosque comestible es un cambio de paradigma ya que con poco esfuerzo e invirtiendo pocos recursos obtenemos una producción muy diversa y saludable en un entorno atractivo.

Además cuando creas un bosque comestible estás contribuyendo a dejar un planeta mejor a las generaciones futuras.

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DISEÑO
Diseñar es pararse a pensar

antes de actuar

Los árboles que plantamos y el lugar donde los ubicamos son decisiones definitivas con consecuencias a largo plazo. Merece la pena pararse un poco a pensar.

Diseñar es fácil, todos diseñamos en nuestro día a día. Primero debemos preguntarnos cuáles son nuestros objetivos, es decir, que esperamos de nuestro jardín y por otro lado pensar qué recursos queremos invertir en él. Después analizamos a través de la observación el terreno estudiando diferentes aspectos en las distintas estaciones del año.

Con el diseño creamos una estrategia para transformar lo que tenemos en lo que queremos.

IMPLANTACIÓN
Las especies perennes se plantan una sóla vez y producen durante años

Cuando diseñas colocas las especies en función de su tamaño en fase adulta. Cuando alcancen esta dimensión es más difícil que otras especies espontáneamente se incorporen al sistema ¡no hay sitio para ellas! Sin embargo, durante la implantación las plantas pequeñas son poco vigorosas y aún se están adaptando a su nueva ubicación. Las especies locales van a competir duramente para recuperar su espacio. Por ello, el objetivo primordial es que nuestras especies se hagan lo antes posible con el nicho ecológico que les hemos reservado. Para ello enriqueceremos el suelo con materia orgánica y lo cubrimos con un grueso acolchado orgánico que dificultará que prosperen las plantas competidoras.

Y recuerda, el suelo es donde ocurre la magia, tenemos que mimarlo, ¡ni se te ocurra pisotearlo!, el tránsito tiene que ocurrir por los caminos que previamente hemos diseñado.

Lo bueno es que la implantación se hace solo una vez, ¡la huerta tradicional tenemos que implantarla año tras año!

MANTENIMIENTO
Se acabó pasar el cortacésped

En un clima templado, la naturaleza tiende al bosque. Si dejamos de mantener una parcela, con el tiempo se convertirá en un bosque. Cuando creas un bosque comestible la naturaleza juega en tu equipo, ¡no tienes que luchar contra ella remando a contracorriente! Pero en algún momento hay que detener esta evolución ya que en un bosque cerrado se produce muy poco alimento. El objetivo es obtener un bosque donde la luz llegue a los estratos inferiores para así producir alimento en la capa arbustiva y herbácea.

No te queremos engañar, el trabajo será intenso en el mantenimiento de los primeros años, pero tenemos una buena noticia: año a año este trabajo se irá reduciendo a medida que se genere más sombra y tus plantas se vayan haciendo fuertes y sanas. Eso sí, ¡tendrás que pasar más tiempo recolectando porque la producción se incrementará!

¿Quienes somos?

Somos un equipo que cree en los bosques comestibles como forma de gestión de los espacios verdes públicos y privados.

Nuestros objetivos

Poner a tu disposición nuestros conocimientos y experiencia para ayudarte a crear tu propio bosque comestible. Porque sólo a través del cambio individual y local alcanzaremos el cambio global que necesita nuestro planeta.

Nuestra historia

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